Los forenses creen que el acusado por el crimen de Épila "sabía lo que hacía"

Cecilio Giménez no es un enfermo mental y "sabía lo que hacía" cuando, presuntamente, disparó mortalmente a un vecino de Épila en 2017. Así lo consideran los forenses del IMLA. Fiscalía solicita 21 años de cárcel para el procesado, la acusación particular 25 y medio y la defensa pide la absolución o una condena de ocho años de cárcel.

Zaragoza.- Los forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) descartan que Cecilio Giménez sea un enfermo mental y consideran que "sabía lo que hacía" cuando, presuntamente, mató de un disparo al vecino de Épila Javier M. el 3 de febrero de 2018. Así lo han explicado en la última sesión del juicio con jurado popular que se ha celebrado esta semana en la Audiencia de Zaragoza.

"Pudo realizar cosas distintas a lo que hizo", ha explicado uno de los forenses al jurado. Este especialista ha destacado que "no hay arrepentimiento" en el acusado y que este les "negó los hechos" e hizo "maniobras de encubrimiento": "Habló de presiones de la mafia, de la CIA, etcétera".

Por su parte, las forenses del Juzgado de Primera Instancia de La Almunia de Doña Godina han descrito que la víctima no presentaba heridas de defensa sino un orificio de bala en la cara anterior del hombro izquierdo, fuera de la axilia. El impacto llegó a perforarle el pulmón, provocando que se desengrara. No fue una muerte inmediata, pero sí se produjo "en pocos minutos" y fue "prácticamente inevitable".

La Guardia Civil sitúa el disparo a 30 centímetros del cuerpo de la víctima y, por el estudio del proyectil que quedó encajado en una de las vértebras del fallecido, no descartan que el arma pudiera estar manipulada. No obstante, no han podido confirmar al 100% el extremo al no disponer de dicha arma puesto que no se localizó tras el crimen.

El acusado dice que tiró el arma a un contendor

En su derecho a la última palabra,

"Quería deshacerme de ella, pero tuve miedo de que el dueño viniera a reclamarla y tuviera algún problema con él", ha continuado el acusado. Tras "lo sucedido" el 3 de febrero de 2017, la cogió y la tiró "a un container de la basura que estaba subiendo la cuesta".

La decisión sobre la culpabilidad o no del acusado en la muerte de Javier M. está ahora en manos del jurado popular, que el lunes comenzará a deliberar para emitir un veredicto. Fiscalía a elevado de 19 años y medio de cárcel a 21 años de arresto su petición para Cecilio Giménez al que considera culpable de un delito de asesinato, otro de amenazas y ahora también de tenencia ilícita de armas.

Por estos mismos delitos, la acusación particular, que ejercen las letradas Soraya Laborda y Laura Vela en nombre de la familia de la víctima, reclama 25 años y medio de prisión. Ambas acusaciones solicita una medida de libertad vigilada tras la salida de prisión del acusado y una orden de alejamiento hacia la viuda y la hermana del fallecido.

Por su parte, la defensa, que ejerce el abogado Javier Elía, solicita la absolución si bien ha planteado una condena alternativa de ocho años de cárcel por homicidio con la atenuante de alteración psíquica.