Zaragoza.- Unos 150 aragoneses o padres de aragoneses en el exterior se han rencontrado hoy con uno de los símbolos por antonomasia de la Comunidad aragonesa: la Virgen del Pilar. Los representantes de las 64 Casas de Aragón en el exterior, congregados con motivo del cuarto Congreso de Comunidades en el Exterior, han ofrecido a la Virgen un vistoso ramo de gladiolos rojos. No obstante, el momento más emotivo de la jornada se ha vivido cuando el vicario de la Virgen ha permitido a tres de ellos (una mujer, un anciano y un joven) acceder a la hornacina de la Imagen y besarla. "Estoy nervioso solo con pensar que voy a verla", comentaba antes de acceder al templo la representante de la Casa de Aragón en Curitiba (Brasil), Blanca Hernando Barco.
Antes, los "verdaderos embajadores de Aragón", como los calificó ayer la presidenta de Aragón, han marchado desde el edificio Pignatelli, lugar en el que tienen las conferencias, hasta la Basílica del Pilar. Y de forma previa a este recorrido, los representantes de las Casas de Aragón han asistido a una conferencia sobre folclore aragonés a cargo del especialista José Antonio Lázaro, del Centro aragonés de Castellón.
Al final de su intervención, Antonio Lázaro ha profundizado en el desarrollo que, a lo largo de estos últimos treinta años, ha experimentado el interés por la jota y los grupos de canto y baile en el exterior. "En 1980 solo había seis; en 1989, 25, y actualmente hay 41, 34 en España y siete en América".
Por la tarde, el consejero de Economía del Gobierno de Aragón, Francisco Bono, se ha acercado a la Sala de la Corona del Edificio Pignatelli y ha ofrecido una charla sobre las bondades económicas de Aragón. En relación con las comunidades aragoneses en Europa y América, Bono ha afirmado que constituyen "las mejores embajadas de Aragón". También ha asegurado que "los aragoneses tenemos un carácter especial, y en eso influye el contraste de nuestros paisajes".
