Ángela Ibáñez presenta su nueva exposición de fotografía, “Peperoncino Kandinsky”, en la galería Sala Artymagen del 11 al 28 de febrero. Esta artista nacida en Used (Zaragoza) en 1957, tiene una amplia trayectoria de trabajos presentados por todo el mundo. En Zaragoza, se podrán observar sus interesantes trabajos que ella ha denominado “pequeño homenaje” a Kandinsky.
Por Enrique Caraballo
Parte de las obras de la artista se encuentra en:
- CENTRO DE ENSEÑANZAS INTEGRADAS. Zaragoza.
- UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia. Calatayud.
- BANCO HISPANOAMERICANO. Madrid.
- AYUNTAMIENTO DE DENIA. Alicante.
- IBERCAJA. Zaragoza.
- C.C.O.O. Zaragoza.
- FORO DE LAS NACIONES UNIDAS. Nueva York.
- UNIVERSIDAD YESHIVA. Nueva York
- GALERIA ORIENTE. Santiago de Cuba. Cuba
- GALERIA UNIVERSAL. Santiago de Cuba. Cuba
- AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA
- COLECCION PRIVADA DE FERNANDO ARRABAL. París.
La nueva exposición se puede ver de 19:30 a 22:00 horas, del 11 al 28 de febrero en la Sala Artymagen, c/ María Lostal, 26, Pral. Zaragoza
Por Enrique Caraballo
“Peperoncino Kandinsky” es una muestra de treinta imágenes de Ángela Ibáñez, un experimento entre el color y la forma. Para esta artista aragonesa “la fotografía no es sólo técnica, es una herramienta para la creación de arte”.
“Peperoncino” significa guindilla en italiano, un alimento que calienta la boca y no deja indiferente, que junto a “Kandinsky”, quiere reflejar y hacer homenaje a la fuerza vital de la paleta de este artista. Ángela Ibáñez ha trabajado sobre sus propias fotografías elaborando los colores, los píxeles, como si fuera pintura, no como diseño gráfico.
Por Enrique Caraballo
La base de esta obra es una fotografía de unas guindillas italianas que, luego, la artista transformó con colores llamativos como es el rojo y el amarillo. Da referencia a la muestra.
Por Enrique Caraballo
Esta obra expresa “un punto de equilibrio, un sitio acogedor por sus colores y armonía”, según su creadora. Transmite tranquilidad y equilibrio, que es lo que uno desea cuando llega a su hogar.
Por Enrique Caraballo
Esta imagen hace referencia al mercado de especias de Estambul. Intenta transmitir los aromas y sabores de esos condimentos.
Por Enrique Caraballo
Aquí, Ángela Ibáñez presenta un juego de luces con azules intensos y eléctricos, donde se plantea una geometría imposible, se rompe la gravedad y en la imagen realza el rojo llameante que marca el punto de fuga.
Por Enrique Caraballo
Esta obra representa aquellas cosas que no se encuentran y están delante de uno mismo. “He plasmado diferentes texturas y una exposición plana, forzando mucho los colores para trasladar al observador al lugar que él quiera” – comenta la autora.
Por Enrique Caraballo
“Al contrario que en la anterior fotografía, esta imagen no está manipulada. Está tomada tal cual aparece, y demuestra que, si antes de fotografiar la imagen la difuminas, la transformas con la cámara, puedes llegar a conseguir un cuadro”- explica Ángela.
Por Enrique Caraballo
La creadora presenta este cuadro como “otro elemento distinto en el que también se fuerza la grafía, ya que se repiten los objetos, que son unos tubos”. Esta imagen no está manipulada, sólo se han retocado los colores para que resalten más que la forma que representan.
Por Enrique Caraballo
Con esta imagen la artista quiere demostrar que el negro existe y, a su vez, todos los colores que están dentro de él, porque aparecen tonalidades azules más o menos oscuras. Se observan a un lado un aro cogido por dos pinzas, que proyectan una sombra. Según Ángela Ibáñez, “algunas de estas imágenes tienen influencias orientales y del zen, tanto por la composición, como por la presentación de un cuadro no finalizado hasta que lo ve el espectador y se cierra el círculo”.
Por Enrique Caraballo
En esta obra, la fotógrafa busca el equilibrio, primando la composición con colores más tenues, menos llamativos que en las anteriores. El conjunto se apaga por la falta de colores y sólo queda la ternura.
Por Enrique Caraballo
Este cuadro pertenece a una serie con “Ojos de sol”, destacando unos ojos con pupilas de color azul recreados con tubos de cableado.
Por Enrique Caraballo
Según Ángela esta imagen “puede ser la más cromática de la muestra, un trabajo de color intenso, que más que a Kandinsky lo asociaría a Warhol. Porque es como una serie de repeticiones de un lirio, saturado al máximo y trabajado sobre una fotografía neta con unos colores intensos elaborados como con paleta.”
En la muestra aparecen otras series de imágenes que juegan con letras o grafismos árabes y chinos. “Creo objetos con fotografías de estos grafismos, dentro de una letra hay muchos contenidos. Se pueden realizar composiciones muy lógicas y muy plásticas”- dice la autora de la muestra.
Por Enrique Caraballo
Estas dos imágenes son de exposiciones anteriores de esta polifacética artista, que muestran la diferencia de estilos que maneja en sus trabajos.
Ángela Ibáñez recela de los "trabajos clónicos", prefiere ir cambiando tendencias. Así se aprecia con "De la vida y del amor también", a la izquierda, y "el majo del antifaz", a la derecha. Dos muestras totalmente diferentes con la exposición actual.
Por Enrique Caraballo